Venezuela se multiplicó al “Kubo”

Fotografía: Cortesía FIFA

Venezuela se multiplicó al “Kubo”

¡¡¡Grande la Vinotinto!!!

La historia continúa. Sin atenuantes. Estamos en Cuartos e invictos. Los minutos sin recibir goles se multiplican al “Kubo”: 390… y contando. La proeza de los “Dudamel Boys” es histórica y siguen dándoles satisfacciones a los venezolanos. En esta oportunidad fue Yangel Herrera quien le metió “cabeza “ al asunto, para darle el triunfo a Venezuela ante la difícil oncena de Japón.  Ese 1 x 0 en la prórroga tiene muchas lecturas. Leamos:

La parte física: Correr 120 minutos ante un rival que hace un gran gasto físico, no es poca cosa, Bien por el cuerpo técnico.

Lo táctico: Nuevamente un equipo bien parado en la cancha, con un sistema defensivo donde todos trabajan. Abajo no dejando espacios, y arriba presionando y teniendo el balón. Los cambios, en oportunidades tardíos, pero efectivos.

La técnica: Impresionante esta generación de jugadores. El buen manejo del balón, la búsqueda de los espacios, el aprovechamiento de las jugadas detenidas y otros detalles técnicos más que nos ponen a nivel de cualquier jugador o jugadores de otras selecciones.

Lo psicológico: Bien trabajada la mente de los jugadores. No se han visto en ningún momento menos que los demás, han jugado de tú a tú. Sin complejos. Conscientes de su capacidad, pero sin menospreciar a los rivales, incluso lo del penalti de Faríñez ante Vanuatu no fue un acto de vejar al rival. Los arqueros que se atreven a parase en los 12 pasos y cobrar, es porque tienen la capacidad. Algún día tienen que comenzar, sino pregúntenle al brasileño Rogerio Ceni, en un momento de su carrera tiró el primero… y luego el record.

Se viene la posibilidad de Nueva Zelanda o Estados Unidos  que en la teoría han sido  menos que Japón, pero no se pueden menospreciar, y allí es muy valioso  el trabajo psicológico. La meta no es llegar a cuartos, es seguir hasta la final. Tenemos con qué, lo demostramos.

Redacción: Roger Perozo Reyes.
Fotografía y Diseño: Jesús Baldonedo.